¡BIENVENIDO MAYO!

y

bien hallados, en un  alfeízar de piedra,

duro y frío

de una ciudad castellana,

mamá paloma y huevo en su nido.

Mayo, además de ser un mes especialmente florido; también es llamado, el mes de las madres... por eso, escogí la imagen maternal de esta paloma en su nido:

Llegué aquella tarde a casa y alguien me llamó, con cierta urgencia, desde la cocina. Cuando llegué vi que estaba en la ventana:

"¡Ven asómate, verás que hay...!"

Al asomarme, en el alfeízar del piso de abajo, pude contemplar, llena de júbilo y con cierto temor, la imagen de la paloma, que os traigo, en su nido. El nido está, prácticamente, rozando el borde... ha llovido y ha tronado; pero ella, sigue ahí; inmutable... haga el tiempo que haga, protegiendo y dando calor a su pequeño huevo (solo he alcanzado a ver uno); procuramos no asomarnos mucho, pues se da cuenta y nos mira con cierta prevención.

¡Ojalá la diosa Maya los proteja!

"En la mitología romana, Maia o Maya era la diosa de la primavera, y como tal recibió su nombre en su honor el mes de mayo. Véase al respecto Maia Maiestas. En la antigua religión y mito romanos, Maia encarnaba el concepto de crecimiento,¹​ ya que se pensaba que su nombre estaba relacionado con el adjetivo comparativo maius, maior "más grande, más grande". Originalmente, puede haber sido un homónimo independiente del griego Maia, cuyos mitos absorbió a través de la helenización de la literatura y la cultura latina.²​ "

No sé si esta paloma, habrá sido antes mamá, pero en cualquier caso, ya puede considerarse que lo es (madre) llegue o no; a término el fruto de su huevo. Entiendo, que no es el resultado o fruto, la llegada o el fin, sino el camino recorrido... o sea, el hacer es la obra en sí que da sentido de ser o no ser-lo.

De hecho, el que anda o camina es caminante, llegue  a donde se propuso o no.

"caminante, no hay camino. Se hace camino al andar."

"Caminante, son tus huellas el camino y; nada más"

Así pues, declaro y confieso; inmensa gratitud a todas las madres

y muy especialmente

a dos grandes maestras en mi vida:

a mi querida madre

y a mi amadísima hija.

(¡Gracias, mamá! ¡gracias, hija del amor!)

... y quiero dejar-lo claro:

Que ser madre, va más allá de, preñarse, parir y criar a los hijos. Hay madres, AUTÉNTICAS MADRES, que nunca estuvieron embarazadas o parieron. Tuvieron hijos en sus vientres que se fueron antes de llegar a nacer. Tuvieron hijos en las entrañas  del anhelo y sintieron los dolores de un parto desgarrador,  cuando un destino, incomprensible para ellas, les negó la maternidad física. Hay AUTÉNTICAS MADRES, que cuidan con esmero a los hijos paridos de otras mujeres que, por las circunstancias que fueran tuvieron que dejar... y así, hasta donde queramos mirar y llegar a comprender.

La Maternidad, está presente por doquier; cuidemosla y respetemos con inmenso amor todas sus formas y representaciones AUTÉNTICAS. No es más ni mejor mujer y madre,  quien se embarazó y parió una o mil veces...

como, no es más ni mejor caminante quien más camina o va más rápido,

 ¡gracias! ¡salud!

"En el alféizar calado"