Era una mañana nueva, a pesar de todo. Le supo a café con leche y tostada. A besos de de ¡buenos días!  A un abrazo extra de uno de los chicos,  y a un ,  "¡hasta luego mamá! te aviso si no vengo a comer"

Para ir al super, escogió el camino largo y la acera de sol... tiró las botellas en su contenedor y siguió su camino respirando conscientemente, para aliviar esa ansiedad que en los últimos días le provocó el miedo al próximo "encuentro". 

A la puerta del supermercado, puso en automático la respiración, confiando en  ese milagroso reflejo, y se entregó a su compra... se dirigió a los puestos de fruta, dio una vuelta alrededor mirando lo que había y los precios, "¡sorpresa, hay boniatos...qué bien!"

 En estas, observa al otro lado del puesto a una anciana señora, que solicita algo a un señor que pasaba a su lado... escucha que este le responde que no es del super, que solo es un cliente. El señor, sigue su camino sin inmutarse y la señora se queda en el sitio, como si fuera una criatura de corta edad, perdida, sin saber qué hacer... Ella, la observa y siente el impulso de acercarse a preguntar. La señora, le cuenta que quiere unos plátanos, señalando justo los que quiere, "solo quiero estos". Ella, le explica que hay que coger una bolsa y unos guantes, al tiempo que los toma y se los muestra... "Hay que ponerse el guante... " dice la señora como pensando, pero no se decide, se le nota torpe... Ella, se pone el guante, abre la bolsa y pregunta, cogiendo los plátanos que le indicó antes, "¿son estos los que quería... ?" "Sí, y estos otros también". 

"Ahora tenemos que pesarlos... mire el número que pone la ficha esta" "El ocho" dice...

"Pues vamos al peso"

Ella coloca la bolsa,  la cierra y le dice que hay que marcar el número... La señora ya lo tenía localizado y se apresura contenta, como una niña, a marcarlo diciendo, "¡es este, el ocho..!"

Ella le sonríe... "muy bien, quiere algo más" "no, solo los plátanos... muchas gracias", "para eso estamos, ha sido un placer." "Antes, he cogido una barra de pan, pero cuando la tuve, me di cuenta que era muy grande para mí y fui a cambiarla... pero, una señorita me dijo que eso no se hacía... ahora que lo sé ya no lo haré más" ( Ella pensó:  "¡tremendo! pobre señorita..." pero se calló)

Se sonrieron y se despidieron... tan agusto y más seguras de sí las dos.

Ella, estaba contenta por haber podido servir a un ser  maravilloso y especial... al verla perdida había pensado en su madre y en su padre, tan mayores ya. Deseó que alguien siempre pudiera echarles una mano cuando se sintieran perdidos (siempre). Después, pensó en ella misma, porque por lo general, muchos son los que llegan a edades avanzadas... esa edad, en que todos los sentidos van más lentos, en que la memoria falla bastante... esa, en que cualquier paso, se puede convertir en una arriesgada aventura y nuestro corazón se encoge... esa edad, en la que tantas veces necesitamos que nos lleven del brazo o de la mano, como cuando éramos niños y nuestros padres o nuestroa abuelos, se desvivían por cuidarnos (por servirnos con todo su amor)

Es lamentable que seamos tan inconscientes, tan poco "graciosos", tan poco tiernos,  o serviciales... llegará un día en que nos gustaría servir para muchas de las cosas que hoy servimos y despreciamos, cosas tan sencillas y gratificantes como ofrecer nuestras manos, y mirada, ¡corazón!... al otro.

¡Porqué vamos tan ciegos!

¡Porqué  nos sobra tiempro para la queja...! para quejarnos de todo y todos, del mundo y sin embargo, no hacemos nada para cambiarlo nosotros. Sentimos que somos infelices porque nos engañan, porque no nos respetan, porque nos ningunean, porque alguien no nos quiere (o ama, que dicen que no es lo mismo amar que querer... ) pero y nosotros ¡porqué!

porqué no respetamos, porqué no miramos más allá de..., porqué no queremos ( o amamos, sin mirar las arrugas, el disfraz, incondicionalmente) porque es eso, quizá, lo que nos falte para descubrir que puedemos ser feliz ya (y lo demás, vendrá por añadidura, cuando estésmos preparados)

A veces, solo un detalle, un momento... llena  la vida y la alimenta de lo verdaderamente valioso...

Siempre recibes más de lo que das y siempre tienes más, MUCHO MÁS, de lo que te imaginas.

 Si caminas con atención, no será difícil ver a una persona bonita que te ofrezca una gran riqueza para tu sediento corazón. ¡Aprovechemos la oportunidad! :)

https://youtu.be/caPPgRpMtF8