... Si sonríes; el mundo entero sonríe y cuando lloras, el mundo entero comienza a llorar...
eso, es verdad y tú lo sabes.
Lo veas o no, sucede... de la misma forma que la lluvia, te moje o no, humedece cualquier ambiente
Lo sabes...
solo hay que abrir el corazón para que pueda entrar el sol...
puede ser un sol que entre a alumbrar una sombra fría que guardas y no sabes cómo encontrar.
Puede ser un sol que entre a escuchar y consolar un dolor que eres incapaz de soltar.
O puede ser un sol que entre a reconfortar una pena profunda que necesitaba compartirse...
en resumen, puede ser un sol...
y es un sol,
el que espera que abras la puerta para poder entrar, abrazar tu alma y acompañar al corazón.
En cualquier caso, no temas, porque; ningún sol entrará sin tu permiso.
...
Recuerda,
con su abrazo, hasta los desconocidos, pueden recolocar un alma.
Abraza y déjate abrazar.