Con letras doy forma a unas plabras... y, estas, son para ti:
Lo sabes, apenas hablamos ya. Y nuestras conversaciones de ahora son algo así como escribir sobre cáscara; como grafito sobre un muro o como un falso tatuaje... pura calcomania que se va con agua y jabón.
El tatuaje, en cambio; traspasa y toca. Sus tintas, traspasan la piel..., tocan la fibra y la nervadura hasta llegar a mezclarse con la sangre; haciéndose uno con ella.
A pesar de todo; ahí estamos, hombro con hombro. Existe ese algo a otro nivel que nos hace reconocernos...
aunque siento que tú sientes que no me tienes, que no te veo o te veo de forma irreal como en un sueño. O tal vez no, tal vez soy yo la que siente que no te tiene, que no me ves o me ves de forma irreal; como en un sueño... lejana.
Nada imita mejor un sueño, una ilusión; o una promesa que la estación primaveral. Cada brote de la primavera es una posibilidad, la promesa del será o no será ¡pero cuánta ilusión ponemos en ellos al mirarlos! tan delicados y tiernos. Tan verdes y brillantes. Creciendo en silencio, abriéndose despacio pero; creciendo... para cumplir su sino, viviendo o feneciendo.