Dentro de todo, es más alentador y apasionante el suspense,  que la profanación del misterio por el ansia que acaba con toda poesía...

gracias vida.

Algo tienes alma… algo que siento y no me quieres contar o, tal vez, sea yo que no lo quiera escuchar y tú, tan sabia, callas. No lo sé -qué será- pero sabe, alma mía, que todo lo tuyo siento y lo comparto como es, mío, “nuestro”.

Comenzó en la noche y volvió en la amanecida. Cuando después de abrir los ojos al nuevo día y suspirar con los primeros rayos que se iban colando por las rendijas de las persianas, volví a cerrarlos y acomodarme, para apagar a la cantarina voz queriendo salir del obligado descanso… la mundana voz cesó, pero no ese sentimiento de adentro tuyo que volvió a exhalar hacia fuera su delicado y codificado rumor... y sigue igual, alma – no sé qué será-

Si me hablaras, seguramente me dirías,

“siente y vívelo tal cual. No todo llega para ser comprendido. Solo hay que asumirlo. Y no tengas miedo a lo que será. Y si lo tienes, vive ese miedo como lo viven dos enamorados antes de llegar ante el altar a darse uno a otro por entero; dando un sí a otro universo amado; pero aún tan desconocido...”

Sí, quiero dejarte libre. Sentir libremente este miedo viejo y atreverme en un vacío nuevo. Recorre, pulsa cada espacio, que tiemblen con tu hermosura desconocida... quiero que corras por este universo mío, tan libre, como mi propia vida.

https://youtu.be/k5-hd-eG3_g