Hay muchos caminos y hay muchas maneras...
eso que se dice de que hay muchos caminos para llegar a donde sea; entiendo que, todos, lo podemos intuir. Es más, incluso el camino no transitado, es camino... quiero decir que nos coloca en un lugar, igualmente.
También hay muchas maneras o actitudes para ese recorrido. Entre tantísimas, tal vez, la de ir caminando con amor es un camino en sí mismo.
En momentos críticos,(como son los presentes) puede suceder, que ese camino se ilumine, se haga más brillante y tome mucho más sentido. Que sientas la humanidad intensamente unida, aún inconscientemente, y sabiéndose en el mismo barco... navegando juntos, unidos en su raíz. Que aún escuchando cánticos temerosos o egoicos, (que, aún así) percibas cómo todo se acerca más, buscando las miradas, respirando esa luz presente, más que antes, en todo.
Y es muy paradójico, porque exteriormente, intentan, con excusas diversas separarnos; mantenernos alejados (muy distantes) y sin embargo...
sin embargo, ningún temor logra apagar esa luz.
Nada consigue que;
"ese niño" se aleje de "de las ventanas"que le comunican con todas las demás.
Porque el amor es así,... travieso y atrevido, algo así como un niño... salta de silla en silla, se mete en todos los charcos y contagia su inocencia, compasión y alegría a todo el que lo contempla.
... y cuando no lo ves, lo sientes vibrando en las manos...
Nunca Jamás Ausente