"Tú lo que tienes es tristeza. Una tristeza que no expresas y puede causarte una depresión..."
...mi terapeuta y mejor amigo, lo soltó así, tal cual. No contaba con una afirmación tan rotunda... tan certera. "Deberías saber ya que al amigo lo puedes "manipular o engañar"; pero no a un buen profesional como yo, jajaja"
Se rió... creo que más por aligerar lo que acababa de soltar, como una bomba, sin paños calientes.
Sabía, ya, que había dado en el clavo.
Le pregunté a él, como, a otras tantas personas, después:
-Oye, ¿cómo se expresa la tristeza profunda, cuando característicamente tú no tienes la virtud o la cualidad necesaria para ello.?
Nadie ha sabido aclararme o ayudarme en ese sentido. Y, la verdad, creo que si lo comenté con ellos, era por sacarlo hacia fuera, a ver si así lo comprendía mejor. A ver si, como "metiéndome los dedos" salía algo. Alguien me dijo que escribiera sobre ello. Yo, me preguntaba, ¿y qué voy a escribir si no sé muy bien qué está pasando y solo SIENTO...?
Supongo (Sé) que todo tiene su tiempo... este, ha ido sucediéndose y aquí estoy, tratando con ella, amándola, agradecida de que, al fin, saliera a flote. Llevaba, demasiado tiempo hundida en el fondo... mi tristeza.
No había caído en la cuenta, pero hace ya un tiempito, comencé a contactar, a través de meditaciones guiadas, con "mi niña..." "mi niña herida".
Hace años, que conozco acerca de esto, y también había hecho, algunas veces, meditaciones encaminadas a contactar con ella. Y creía, como creemos tantas veces, equivocadamente, que aquello estaba ya hecho. Me engañaba, nada más lejos de mi realidad, porque "mi dulce y divina niña, seguía sola, herida, y abandonada en un rincón..." un rincón, frío, oscuro y solitario, que yo conocía muy bien... como dije más arriba, hace un tiempito que comencé, nuevamente, con las meditaciones para contactar con ello y recuperar su confianza. El encuentro con ella se produjo; pero tuve que ir al sitio oscuro y frío, donde ella, sola, sola, SOLA, se había quedado olvidada de mí... naturalmente, volver y verla allí, tan abandonada y necesitada de amor, mi amor (su amor) me trastornó, fue un shock, creo que la conmoción aún sigue, aunque atenuada. Ahora comprendo porqué esto, solo se da en el momento, su momento justo. Porque si e se hubiera dado en un momento en que yo hubiera estado poco asentada o algo desequilibrada, podría haberme perjudicado gravemente emocionalmente.
Aquél día, volví a llorar como lloraba de niña, seguramente no era yo sino la niña la que lloraba... queriendo dar salida a la tristeza que había ocupado todo el vacío de mi olvido y cuidado. La saqué de aquél sitio y la traje a casa, a vivir para siempre conmigo...
...ahora, yo soy su madre y su padre, su todo. Y ella, es la niña que me saca a jugar, que me empuja siempre que no me atrevo o siento vergüenza. Porque ella sigue siendo, inocente pero sabia.
Me he ido dando cuenta, que toda esa tristeza, es la tristeza oculta que había escondida... poco a poco va asentándose todo o diluyéndose, pero he comprendido, que también ella, mi querida tristeza, necesita su tiempo para transmutar y dejar de ser oruga y volar cual mariposa ( o no?).
El otro día, compartí con mi amigo (el gran terapeuta) que la tristeza, sigue aún presente, aunque menos espinosa, pero que al mismo tiempo, siento la sensación cosquillosa feliz del amor en un lugar que antes permanecía vacío... y ese lugar, ahora lo sé, es el lugar que hoy ocupa "una niña" de vuelta en su sagrada casa.
¡Lo siento, corazón, perdóname, gracias, te amo!
Mi querida niña, nos pasamos la vida esperando o buscando el gran amor y... y nunca es lo que soñamos. Y es que lo que soñamos y sentimos dentr0, nunca puede llegar a llenarnos desde afuera. Si algo ha de completarnos ha de ser desde lo que somos, desde adentro... y luego, ya podremos compartirlo y compartirnos sin miedo a nada, porque si somos completos nada de afuera nos puede sofocar o destruir.
Hoy, agradezco a nuestra amada divinidad, que nos haya reencontrado y unido. Agradezco que hayas vuelto a darme la oportunidad y confíes de nuevo en mi.
Hay una bella canción, "Lady", aunque bien podría, también, llamarse:
"Niña"
"Tú me has hecho ser lo que soy"
¡Gracias Te amo!