Ese último atardecer; se enredó la niebla en su pelo al tiempo que la lluvia emborronaba su cuerpo... cual gnomo, cuando no le quedan fuerzas, o ilusión por vivir, parecía ya, casi transparente.
¿No volvería el arrebol de un sueño a su rostro mágico; ni el ardor de la pasión a sus labios golosos, sellados ya, sin son… ?
y de sus manos, asoladas, acaso ¿había huído el calor del sol y la seda de un tacto encantador?
Parecía haberse aposentado la escarcha en su reino, empañando cualquier mirador y, apenas, unas flores resistentes velaban su alma, ¡ay!
...
Se puede contar la vida vivida...y no se tendrían que contar las horas pues mientras las cuentas, pasan.
…a un año de tu partida, Alma de mi humana madre, recordándote y sintiéndote más cerca del corazón que nunca. Aunque no te pueda ver con los ojos humanos, los del corazón ya han podido mirarte, abrazarte y sentir el gozo de tu inmensa luz y felicidad.
Me siento inmensamente feliz y en paz al saberte ya en la morada divina.
GRACIAS, UNA VEZ MÁS... por aceptarme como hija,... ya sabes, que mi alma es de Dios pero; mi sangre es tuya, madre mía y, tu vida, me dio la oportunidad de esta mía.
Si volviera a nacer, volvería a elegirte como madre;
el recuerdo de tu sonrisa alegra mi ánimo materno- filial;
"Tú lo que tienes es tristeza. Una tristeza que no expresas y puede causarte una depresión..."
...mi terapeuta y mejor amigo, lo soltó así, tal cual. No contaba con una afirmación tan rotunda... tan certera. "Deberías saber ya que al amigo lo puedes "manipular o engañar"; pero no a un buen profesional como yo, jajaja"
Se rió... creo que más por aligerar lo que acababa de soltar, como una bomba, sin paños calientes.
Sabía, ya, que había dado en el clavo.
Le pregunté a él, como, a otras tantas personas, después:
-Oye, ¿cómo se expresa la tristeza profunda, cuando característicamente tú no tienes la virtud o la cualidad necesaria para ello.?
Nadie ha sabido aclararme o ayudarme en ese sentido. Y, la verdad, creo que si lo comenté con ellos, era por sacarlo hacia fuera, a ver si así lo comprendía mejor. A ver si, como "metiéndome los dedos" salía algo. Alguien me dijo que escribiera sobre ello. Yo, me preguntaba, ¿y qué voy a escribir si no sé muy bien qué está pasando y solo SIENTO...?
Supongo (Sé) que todo tiene su tiempo... este, ha ido sucediéndose y aquí estoy, tratando con ella, amándola, agradecida de que, al fin, saliera a flote. Llevaba, demasiado tiempo hundida en el fondo... mi tristeza.
No había caído en la cuenta, pero hace ya un tiempito, comencé a contactar, a través de meditaciones guiadas, con "mi niña..." "mi niña herida".
Hace años, que conozco acerca de esto, y también había hecho, algunas veces, meditaciones encaminadas a contactar con ella. Y creía, como creemos tantas veces, equivocadamente, que aquello estaba ya hecho. Me engañaba, nada más lejos de mi realidad, porque "mi dulce y divina niña, seguía sola, herida, y abandonada en un rincón..." un rincón, frío, oscuro y solitario, que yo conocía muy bien... como dije más arriba, hace un tiempito que comencé, nuevamente, con las meditaciones para contactar con ello y recuperar su confianza. El encuentro con ella se produjo; pero tuve que ir al sitio oscuro y frío, donde ella, sola, sola, SOLA, se había quedado olvidada de mí... naturalmente, volver y verla allí, tan abandonada y necesitada de amor, mi amor (su amor) me trastornó, fue un shock, creo que la conmoción aún sigue, aunque atenuada. Ahora comprendo porqué esto, solo se da en el momento, su momento justo. Porque si e se hubiera dado en un momento en que yo hubiera estado poco asentada o algo desequilibrada, podría haberme perjudicado gravemente emocionalmente.
Aquél día, volví a llorar como lloraba de niña, seguramente no era yo sino la niña la que lloraba... queriendo dar salida a la tristeza que había ocupado todo el vacío de mi olvido y cuidado. La saqué de aquél sitio y la traje a casa, a vivir para siempre conmigo...
...ahora, yo soy su madre y su padre, su todo. Y ella, es la niña que me saca a jugar, que me empuja siempre que no me atrevo o siento vergüenza. Porque ella sigue siendo, inocente pero sabia.
Me he ido dando cuenta, que toda esa tristeza, es la tristeza oculta que había escondida... poco a poco va asentándose todo o diluyéndose, pero he comprendido, que también ella, mi querida tristeza, necesita su tiempo para transmutar y dejar de ser oruga y volar cual mariposa ( o no?).
El otro día, compartí con mi amigo (el gran terapeuta) que la tristeza, sigue aún presente, aunque menos espinosa, pero que al mismo tiempo, siento la sensación cosquillosa feliz del amor en un lugar que antes permanecía vacío... y ese lugar, ahora lo sé, es el lugar que hoy ocupa "una niña" de vuelta en su sagrada casa.
¡Lo siento, corazón, perdóname, gracias, te amo!
Mi querida niña, nos pasamos la vida esperando o buscando el gran amor y... y nunca es lo que soñamos. Y es que lo que soñamos y sentimos dentr0, nunca puede llegar a llenarnos desde afuera. Si algo ha de completarnos ha de ser desde lo que somos, desde adentro... y luego, ya podremos compartirlo y compartirnos sin miedo a nada, porque si somos completos nada de afuera nos puede sofocar o destruir.
Hoy, agradezco a nuestra amada divinidad, que nos haya reencontrado y unido. Agradezco que hayas vuelto a darme la oportunidad y confíes de nuevo en mi.
Hay una bella canción, "Lady", aunque bien podría, también, llamarse:
A veces, cualquier justificación vale para mostrar que nos sentimos peleados con el mundo y alimentar el ansia de violencia. La vida, trae hechos que nos parecen terribles ( y son terribles) cosas que no comprendemos que no aceptamos... "cosas de los otros". Son hechos, en los que todos, de alguna manera, tenemos una responsabilidad, aunque creemos que... creemos que toda esa la maldad llega de afuera. Creemos, que nosotros, solo somos víctimas de ella. Nos enfadamos mucho... y sin ni siquiera darnos cuenta, traspasamos límites. Primero, nos erigimos en de víctimas, más tarde en jueces y al fin, en verdugos... y tiramos piedras, muchas piedras... queriendo lapidar con nuestro odio, al que creemos único responsable... nos olvidamos que cuando señalamos con un dedo a otro, tres, apuntan hacia nosotros mismos.
Somos tristes, muy tristes.
Ni siquiera somos capaces de ver y respetar el dolor, trágico dolor, de los otros... de los verdaderos dolientes
En vez de alimentar con amor, la paz, encendemos una hoguera en mitad de la plaza, y con la falsa excusa de apoyar a otros, desahogamos nuestra violencia, insatisfacción, resentimientos y miedos.
Llegados a estos extremos, y recordando una histórica frase que decía:
... Y un mundo sin pies ni cabeza no es bueno para nadie.
Enciendo una luz,... para que sepáis que estoy y ocupo un lugar en este mundo que, sin mí, no tendría sentido
¡Gracias!
El pez grande, casi siempre, se come al chico, (solemos pensar) Aunque también hay pequeñines que escapan a esa sentencia, gracias a creer en ellos mismos ( en su grandeza y no en su pequeñez) gracias a no asumir como ley las creencias de otros. Y más aún, porque sin cambiar la esencia de la creencia antigua, que enseña que:
“o come él, o como yo”
el mundo, su mundo, se reordenaría, sin ese tener que, o aceptar que "o cae él o caigo yo"
Pensaba en ello, a modo de cuerpo... de cuerpo humano. Imaginando, por ejemplo que, una pierna al completo, fuera el pez grande y una de mis manos el “pezqueñín”. ¡Qué estúpido sería que una u otra se mutilaran...! no sería bueno para el cuerpo, ni que la pierna pisoteara a la mano, ni que la mano, se cortara la pierna, creo... o sí? Yo pienso que para nada. Además, salvo en contadas ocasiones un cuerpo pierde la cordura y se ataca a sí mismo. Al contrario, nuestro cuerpo (si le dejas) es y actúa como en fuenteovejuna... que es lo saludable y amable...
cuando a mí me duele, -como se dice-, una muela; parece que mi boca está lejos de mis manos o mis pies ¿y ellos están, por tanto, tranquilos y a salvo? bien sabemos que no es así, que cuando estamos doloridos en una parte, nuestras manos acuden prestas a tocar y calmar, nuestros pies no paran de nerviosos que están y hasta nuestra visión se altera con ojos llorosos. Todo nuestro ser se une a buscar la salud ¿Verdad que no se desmiembra a pedazos para huir, ni se alegra, porque así queda más para él? No, porque así dejaría de ser lo que es y no sería nada, quedaría sin sentido de ser... Por muy grandes que seamos, la distancia entre el pie y la cabeza, es relativa e indiferente, sobre todo, si tenemos en cuenta que tanto la cabeza como el pie, forman una unidad que siente y padece unitariamente.