"Hubo una vez que alguien me dijo que yo era preso de mi idea de libertad.
Ya ni recuerdo qué idea tenía entonces. Ni cómo me sentía “estando preso”.
Parece que vivimos en un mundo de intereses creados donde abunda la manipulación. A pesar de eso, creo tener mis propios pensamientos, ideas y forma de ser o sentir.
Pero la verdad es que sigo sin sentirme libre, aunque ya me da igual porque ahora siento que en el fondo siempre estamos y estaremos ligados a algo “externo”, y quizás aquella idea de libertad tuviera más que ver con el miedo a abordar los aconteceres de “mi” propia vida.
Perdón por la reflexión… no sé si demasiada fuera de lugar; pero másalíoasí."
(¡¡¡GRACIAS, mi querido AA!!!)
...
Esta, de arriba, es la reflexión que un amigo hace a mi anterior entrada.
Y la verdad, como no veo muchas reflexiones de particulares y casi todas vienen más de conjuntos o grupos de aquí y allí, me ha encantado. Porque está muy bien lo de escuchar a los grupos, sí; pero sentarse a escribir un poco en medio de nuestra propia reflexión sincera y escucharnos, no solo puede ayudarnos a nosotros, sino que si además la compartimos, puede ayudar a estimular a otros a ello. Pienso que es una herramienta más, para conocernos desde un poco más adentro, para ir a nuestro encuentro y para "resoplar" incluso, si vamos muy cargados de "anhídrido carbónico" jejeje...
Naturalmente, una servidora, no solo le agradece el comentario en esta casa bloguera, sino que se ha sumado a dejar, también, la suya (mi reflexión) al respecto de lo que él nos cuenta. Y también la copio y pego aquí debajo, para quien quiera leerla. Animándoos a todos los lectores a seguir este ejemplo y compartirlo, si no aquí, en cualquier otro lugar o simplemente en vuestro diario o "confesionario personal"
Ahora, sin más, os doy paso a la mía:)
Un cuento tibetano, cuenta que tendríamos que ser indiferentes a los "halagos y a los insultos" (como muertos, explicaba el "cuentista") no es algo que consigamos mucho, desde luego (solo un poco o nada jeje) pero sí habría que recordarlo siempre para no consentir que ni en un sentido ni en otro nos altere el ánimo demasiado. Y te diría más: "Qué sabe nadie... " y lo digo cantando eh? jeje... es verdad, no obstante, que a veces desde fuera o desde la barrera, observamos más tranquilos lo que se está dando en el ruedo; pero después de todo, el fondo de lo que se cuece en los actuantes se desconoce casi siempre...
de ahí lo de:
"qué sabe naidem...
De mis secretos deseos
De mi manera de ser
De mis ansias y mis sueños..."
Tú mismo lo describes muy bien en tu reflexión (dicho sea sin ánimo halagador jeje)
La verdad, al menos en mi experiencia, es esa, que los condicionamientos (cadenas) ya empiezan en casa, luego en el cole, y así en todo. Este mundo es así, con perdón. Claro está, pocos se daban cuentan de hasta qué punto existían esas cadenas taaan profundas en este planeta Tierra y por eso, la mayoría seguían "ese juego" creyéndose libres y además cocreadores y defensores de la supuesta libertad. Fíjate, que, incluso hoy por hoy, siguen igual de ciegos ( y algunos peor) pero bueno, digamos que en este mundo variopinto, cada alma está en su momento y por tanto, hay quienes en la manipulación soberana que se ejerce sobre ellos, solo ven cuidado, desvelo y protección, apoyándola contra viento y marea y contra su propio hermano si es necesario.
Pero después de esto, aclarar que esa exclavitud solo se refiere a lo humano, nunca a nuestro ser y vida divina... y digo más, si eres capaz de observar esa manipulación y exclavitud (nunca abolida) ya, de algún modo, también has liberado esa parte humana íntima. Y te permite "enfrentar" los hechos y acontecimientos con otro Espíritu y poder, aunque a ratos caigan gotas intentando horadar el ánimo (ánima)
Y no, no veo tu reflexión fuera de lugar, sino en un contexto apropiado. Porque si no reflexionamos hoy, ahora ¡¡¡Cuando...!!!
...
¡¡¡¡Qué sabe nadie, qué sabe nadie...!!!!
¡¡¡Porqué sacar el alma a pasear!!!
¡Pregúntate please!
¡Respóndete!